Un helado apetece todo el año, pero en verano... ¡todavía más!
Este dulce congelado ha ido evolucionando al largo de la historia y hoy en día hay miles de versiones. Se suelen preparar con una base de leche o nata, pero también se pueden encontrar de soja, perfectos para veganos o intolerantes a la lactosa.
Generalmente se endulzan con azúcar, edulcorantes o miel, y se le pueden añadir frutos secos, huevo, chocolate, dulce de leche, galletas, trocitos de fruta, mermeladas, siropes, tortitas de arroz, caramelo, etc. Las opciones son infinitas.
La forma de presentarlo clásica es en un cucurucho, pero también los hay en vasitos, polos (elaborados a base de agua), de corte entre dos trozos de oblea...
Nosotros no nos podemos decidir por nuestro favorito pero casi siempre optamos por los clásicos: chocolate, vainilla o fresa. Éste último nos hemos atrevido a elaborarlo nosotros mismos a partir de nuestra deliciosa mermelada de fresa, pero acepta cualquier variación. ¡Atrévete con esta receta!