Des de hace años ya se sabe que la mayoría de las decisiones de compra se realizan directamente en el supermercado y que alrededor del 40% son espontáneas y no se habían planificado. Distintos estudios así lo indican e indagan en los motivos: MSI, Inquiry Market Research, ACR...

Es por ello que es tan importante planificar bien la compra y no dejarse llevar. La disposición de los productos en los lineales tiene una fuerte influencia en nuestro carrito de la compra. No es lo mismo poner las frutas y las verduras en la entrada, que ponerlas en el segundo piso.

Para evitar las compras impulsivas, plantéate qué comerás esa semana antes de ir al supermercado y prepara menús sabrosos, pero también equilibrados. De ti depende llevar una vida saludable.

Recuerda que debes comer todo tipo de alimentos, de todos los grupos, ya que ninguno de ellos contiene todos los nutrientes necesarios. No abuses de las cantidades e intenta realizar 5 comidas al día de menor cantidad. Evita la bollería industrial y aumenta tu consumo de frutas y verduras. No te olvides de la hidratación y que, para ello, no hay nada mejor que el agua.

Cuando vayas al supermercado, llévate contigo la lista de la compra y ve tachando los productos que ya has cogido. Finalmente, permítete comprar algún capricho, pero no te dejes llevar por las compras del último momento ni por los productos que se encuentran en las cajas. De esta manera, la disposición que siga el supermercado no influirá en tus compras ni en tu dieta.