Cuando termina una feria de alimentación, muchas veces es una buena oportunidad para ayudar a los necesitados. En el caso de Alimentaria, el excedente de comida se dona al Banco de Alimentos de Barcelona, tal y como leemos en El País.
Un equipo de voluntarios se encarga de recoger los productos que los expositores no quieren llevarse o, simplemente, prefieren donar. Es un trabajo complicado ya que debe realizarse en un tiempo récord (se llenaron 6 camiones en 3 horas), pero que realmente tiene un impacto en la mejora de la situación de muchas personas.