Este verano, en lugar de tomar un café y una tostada de pie y mirando el reloj para no llegar tarde al trabajo, te proponemos preparar distintos desayunos para tomarlos relajadamente y disfrutar de tu tiempo libre.

Empezamos con el clásico English Breakfast, que consta de huevos, alubias, bacon, tomates fritos, champiñones, salchichas y pan. Este abundante desayuno inglés tiene una larga historia y se cuenta que los nobles lo ofrecían ya que era símbolo de hospitalidad. Y, aunque en principio era sólo cosa de ricos, en la época de la revolución industrial, los trabajadores a veces sólo hacían una comida al día, por lo que intentaban que éste fuera enérgetico. Por ello también empezaron a preparar este sustancioso manjar.

Seguro que te suenan las tortitas - pancakes de series y películas. Es uno de los desayunos más típicos de Estados Unidos y Canadá. Se suelen servir acompañadas de sirope de arce, un dulce elaborado a partir de la salvia de este árbol.

En Islandia, como hace tanto frío, suelen desayunar algo caliente, para poder afrontar las bajas temperaturas del exterior. Su desayuno más conocido es el porridge, una especie de papilla a base de copos de avena a la que se le pueden añadir frutos secos, miel, mermelada, frutas...

Si nos atrevemos, podemos probar el pho vietnamita. Es una sopa de fideos muy popular en Vietnam que se toma en cualquier momento del día. También para desayunar. Si somos más clásicos, podemos optar por el típico café au lait avec un croissant de Francia. La repostería francesa es conocida en todo el mundo y no podía faltar un cruasán para acompañar el café con leche de la mañana.

Finalmente, nos vamos a la otra punta del mundo, y llegamos hasta Australia. Aquí es habitual untar el pan con mantequilla y añadirle Vegemite, una pasta de color marrón oscuro elaborada a partir de extracto de levadura. Tiene una textura parecida a la mantequilla y un sabor salado y amargo. Es por eso que lo amas o lo odias.

¿Qué sueles desayunar tú? ¿Cuál es tu desayuno favorito?