Con el comienzo de la primavera llega el buen tiempo, pero a veces viene acompañada de la astenia primaveral. Se trata de una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada que reduce nuestra capacidad para realizar hasta las tareas más pequeñas.
A medida que los días se alargan, es como si la fuerza se escapara de nuestro cuerpo y conlleva una debilidad tanto física como intelectual. A veces va acompañada de cambios hormonales y falta de vitaminas y minerales. Suele conllevar dolor de cabeza, cansancio, somnolencia matutina, falta de concentración, tristeza...
Para intentar combatirla se recomienda dormir lo suficiente (7-8 horas seguidas); realizar ejercicio físico (no es necesario que sea intenso y, si puede ser, realizado en el exterior); limitar el consumo de café ya que su aporte de energía es puntual; mantenernos bien hidratados y, por supuesto, mantener una dieta equilibrada para obtener las vitaminas y minerales que necesitamos.
Nuestra dieta contendrá frutas y verduras de temporada como fresas, frambuesas, albaricoques, alcachofas, espárragos, judías verdes, espinacas, etc. Podemos preparar deliciosas recetas con carnes como el pollo, el conejo o el cordero, y pescados como las anchoas, la merluza y el pulpo. Opta siempre por platos menos pesados y de fácil digestión. Entre comidas, tómate un pequeño tentempié a base de fruta o yogur.
Esperamos que, si te sientes un poco fatigado, puedas seguir estos consejos y volver a encontrarte en plena forma.